En el mundo de los dulces caseros, pocos placeres evocan nostalgia y comodidad tan fácilmente como la querida galleta con trozos de chocolate. Con su equilibrio perfecto entre bordes crujientes y centros suaves, esta galleta reina supremamente como favorita de todos los tiempos.
La Historia Detrás de las Galletas con Trozos de Chocolate:
Los orígenes de esta deliciosa golosina se remontan a la creación afortunada de Ruth Wakefield en la década de 1930. Según cuenta la historia, Wakefield, chef en el Toll House Inn, añadió trozos de una barra de chocolate semi-amargo a su masa de galletas de mantequilla, dando origen al primer lote de lo que más tarde se convertiría en una delicia icónica.
Ingredientes:
- 2 1/4 tazas de harina de todo uso
- 1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio
- 1 taza de mantequilla sin sal, ablandada
- 1/2 taza de azúcar granulada
- 1 taza de azúcar morena clara, compacta
- 1 cucharadita de sal
- 2 cucharaditas de extracto puro de vainilla
- 2 huevos grandes
- 2 tazas de chips de chocolate semi-amargo
- Precalentar y Preparar:
Precalienta tu horno a 375°F (190°C). Forra las bandejas para hornear con papel pergamino.
En un tazón, mezcla la harina y el bicarbonato de sodio. Reserva.
- Cremar los Ingredientes:
En un tazón grande, bate la mantequilla ablandada, el azúcar granulada, el azúcar morena clara, la sal y el extracto de vainilla hasta que quede cremoso y bien combinado.
Incorpora los huevos, uno a la vez, hasta que estén completamente integrados.
- Mezclar la Masa:
Añade gradualmente la mezcla de harina a los ingredientes húmedos, mezclando hasta que estén justo combinados. Evita sobremezclar.
Incorpora los chips de chocolate hasta que estén distribuidos de manera uniforme en toda la masa.
- Hornear las Galletas:
Con una cuchara o cucharada para helado, coloca montones redondeados de masa en las bandejas para hornear preparadas, dejando espacio entre cada uno para que se expandan.
Hornea durante 9 a 11 minutos o hasta que los bordes se doren mientras que los centros permanecen ligeramente suaves.
Deja que las galletas se enfríen en las bandejas para hornear durante unos minutos antes de transferirlas a rejillas para que se enfríen por completo.
Conclusión:
Ya sea disfrutadas recién salidas del horno con un vaso de leche fría o compartidas en reuniones con amigos, las galletas con trozos de chocolate siguen encantando tanto a los paladares como a los corazones. Con cada bocado, ofrecen un recordatorio encantador de los placeres simples y la alegría que se encuentra en los manjares atemporales.