La pizza, la icónica creación italiana, ha cautivado corazones en todo el mundo con su versatilidad, sabores y atractivo reconfortante. Adentrémonos en la rica historia y el arte de hacer este amado plato en casa.
El Origen de la Pizza:
Con raíces que se remontan a Nápoles, Italia, la pizza ha evolucionado desde ser una humilde comida callejera hasta convertirse en una favorita mundial. Originalmente, una simple masa plana cubierta con tomates, se ha transformado en un lienzo para una miríada de sabores, ingredientes y estilos.
Ingredientes:
- 2 1/4 tazas de harina de todo uso
- 1 cucharadita de levadura instantánea
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 cucharadita de sal
- 1 taza de agua tibia
- 2 cucharadas de aceite de oliva
Para los Ingredientes:
- 1/2 taza de salsa de tomate
- 8 onzas de queso mozzarella fresco, en rodajas
- Hojas de albahaca fresca
- Aceite de oliva virgen extra (para rociar)
- Sal y pimienta al gusto
Instrucciones:
- Preparación de la Masa:
En un tazón grande, mezcla la harina, levadura, azúcar y sal. Agrega gradualmente agua y aceite de oliva, revolviendo hasta que se forme una masa.
Amasa la masa en una superficie enharinada durante unos 8-10 minutos hasta que esté suave y elástica.
Coloca la masa en un tazón engrasado, cúbrelo con un paño húmedo y déjalo reposar en un lugar cálido durante aproximadamente una hora hasta que duplique su tamaño.
- Preparación de la Pizza:
Precalienta tu horno a la temperatura más alta (generalmente alrededor de 475°F a 500°F o lo más alto que alcance). Coloca una piedra para pizza o una bandeja para hornear boca abajo en el horno para que se precaliente.
Una vez que la masa ha subido, divídela en dos porciones para dos pizzas.
En una superficie enharinada, estira cada porción de masa en un círculo o rectángulo, con un grosor de aproximadamente 1/4 de pulgada.
Transfiere la masa estirada a una pala para pizza o papel pergamino.
- Ensamblaje de la Pizza:
Extiende la mitad de la salsa de tomate de manera uniforme sobre la masa preparada, dejando un borde alrededor de los bordes.
Coloca las rodajas de mozzarella fresca sobre la salsa.
Desgarra las hojas de albahaca y espárcelas sobre el queso. Sazona ligeramente con sal y pimienta.
Rocía con un toque de aceite de oliva virgen extra.
- Horneado de la Pizza:
Con cuidado, desliza la pizza sobre la piedra para pizza precalentada o la bandeja para hornear en el horno.
Hornea durante unos 10-12 minutos o hasta que la masa esté dorada y el queso esté burbujeante y ligeramente dorado.
Saca la pizza del horno y déjala enfriar durante un minuto antes de cortarla.
Conclusión: Desde sus humildes comienzos hasta convertirse en un alimento reconfortante global, la pizza continúa encantándonos con su simplicidad e infinitas posibilidades. Ya sea disfrutando de una clásica Margherita o explorando ingredientes innovadores, la alegría de la pizza casera está tanto en su creación como en su indulgencia.